Entrevista de Rocío Valle a Aurelio Martín, Portavoz municipal y candidato de IU a la Alcaldía en 2019, para LNE.es

“El legado de Moriyón es pobre: un PGO gracias al esfuerzo que hicimos todos los partidos y un plan de vías que, por ahora, son papeles sin firmar”

Los militantes de IU no necesitaron llegar a la votación fijada para ayer en Gijón para decidir que Aurelio Martín (Gijón, 1960) volverá a ser su candidato a la Alcaldía en 2019. La propuesta de quien fuera consejero de Medio Rural y Pesca y diputado regional antes de saltar a la política municipal en 2015 no tuvo oposición.

– ¿Por qué repite?

-Porque tengo una sensación de asignatura
pendiente. Fue una legislatura con un cierto
punto de frustración para quienes nos
consideramos de izquierdas: lo que pudo ser y no
fue. Yo llegue aquí con muchas ganas de aportar a la gestión, de gobernar y de intentar llevar a cabo el programa y las cosas que pienso y que piensa mi organización. Me ha quedado el sinsabor de no haberlo podido llevar a cabo. Y también repito porque creo, y no quiero pecar de poca modestia, que Ana Castaño y yo hicimos un buen trabajo y a la organización le puede venir bien rentabilizarlo.

– ¿Qué le hace pensar que el próximo mandato no será igual de frustrante para la izquierda?

-Lo de Andalucía va a obligar a mucha gente a reflexionar sobre las oportunidades que se pierden. Cuando la izquierda no se convierte en un valor útil para cambiar las cosas gana la derecha de forma natural. Y más en estos tiempos convulsos de crisis económica, política y de valores.

– ¿Cuánto hubo de ideológico y cuánto de personal en el desencuentro de la izquierda para que fuera imposible gobernar Gijón?

-El mayor peso en la toma de decisiones lo tienen los partidos. El componente personal afecta pero quiero pensar que no es determinante. Son más los partidos que las personas.

– Pues los partidos van a seguir siendo los mismos el año que viene.

-Sí, pero algunos van a reflexionar. De hecho ya lo están haciendo. No oigo los mismos discursos que hace tres años. El gran error en Gijón fue de aquellos partidos y personas que creyeron que se podía dirigir el Ayuntamiento desde el Pleno. Hay quien pensó que las cosas que se aprobaban en el pleno eran mandamiento y ya se han dado cuenta de que no es así. Una cosa es lo que dice el Pleno y otra lo que hace el gobierno y el gobierno, en casi todo, hace lo que considera oportuno y no lo que le dice el Pleno. Hay ejemplos por decenas. Quien gobierna al final es Foro y lo que salió adelante han sido las políticas de Foro. Hay quien ha pagado la inexperiencia.

– ¿”Hay quien” es Xixón Sí Puede?

-Bueno, lo dejo al lector pero es fácil de adivinar.

– ¿Ve a Vox en el salón de plenos de Gijón?

-Tengo dudas de que entre en Gijón porque hay que alcanzar un 5% y es difícil pero no tengo ninguna duda de que entrará en otros sitios. En Oviedo de forma clarísima y en buena parte de los municipios asturianos y del Parlamento de Asturias.

– ¿El Plan General es el logro del mandato?

-Aquí todos los partidos entendimos que había que hacer un ejercicio de responsabilidad de máximos y no de mínimos para dar un Plan a una ciudad que llevaba años paralizada en materia urbanística. Todos hicimos el esfuerzo. Yo estoy contento de lo que hizo IU porque para nosotros no es fácil tener un acuerdo con un gobierno de derechas, la foto era complicada.

– Poco parece que el balance sea tener un documento.

-Es un balance insuficiente claramente. La valoración es positiva porque veníamos de una anomalía y era algo muy necesario. Aquí hay que valorar el esfuerzo del gobierno, más bien de Couto (por el edil de Urbanismo), pero también el de la oposición. Todos entendimos que era un tema de ciudad.

– Ahora que Carmen Moriyón se va, ¿cuál será su legado?

-A nivel personal pongo en valor que se esfuerza pero en lo político el balance es pobre. El PGO y el plan de vías que, de momento, son unos papeles sin firmar. No les quito valor porque resumen un esfuerzo en el que nos volcamos todos pero llevamos 16 años y no hay ni 100 metros de rail del plan de vías ni la primera piedra de una estación.

– ¿Al final todo se lió por una estación?

-Sí, y no hay que volver a liarse. El gran error fue hablar de la estación cuanto teníamos que hablar de la integración del ferrocarril en la ciudad. Nosotros a la ubicación actual le ponemos la pega de que es la zona donde va a resultar más cara por el subsuelo pero la final la estación no es lo importante porque como dice el Colegio de Arquitectos estamos ante un planteamiento de estación lineal que unirá La Calzada con Cabueñes. Una estación de seis paradas.

– ¿Qué reflexión hace sobre el desarrollo de procesos de participación ciudadana como los presupuestos participativos?

-Un fracaso. Foro intentó tener una marca de moda más que favorecer la participación en la ciudad y al final resultó un cascaron vacío que no contentó a nadie. En un proceso así, e IU tenía su modelo, hay que ver no sólo como participa la gente organizada. El reto era abrir una vía para que los ciudadanos no organizados por razones miles pudieran participar.

– Luego llegó el plan económico financiero por el incumplimiento de la regla de gasto y casi todo se paró.

-No se hasta que punto fue algo provocado… El libramiento de la renta social se hizo en diciembre, si lo hacen en enero casi libran el ajuste. Tengo esa duda. Lo que si es verdad es que la edil de Hacienda dijo en noviembre que había revisiones todas las semanas para no sobrepasar el techo de gasto. Para revisarlo tanto se acabaron pasando por seis millones.

– Hablemos de IU. ¿Por qué la militancia en Asturias no acepta la relación con Podemos que si se da en otros territorios?

-La organización en Asturias tiene mucha trayectoria y cultura política. Aquí tenemos muchos más concejales que Podemos, una importante red de alcaldías y cinco diputados. En IU, Asturias es la organización política con mayúsculas. Se pueden tener más o menos votos pero hay mucha cultura política, mucha tradición, mucha trayectoria. Y por eso en los momentos más delicados, de IU y antaño del PCE, se resintieron bien las crisis electorales y políticas. Es una organización con poso.

– ¿Alberto Garzón ha ninguneado esa trayectoria y esa historia?

-No se si la ha ninguneado pero creo que no la conoce bien. Conocer la historia de la organización en Asturias es conocer la historia del movimiento obrero en Asturias y su trascendencia.

– ¿Cómo va a acabar el enfrentamiento entre Gaspar Llamazares y Alberto Garzón?

-Espero que con sensatez y sentido común. Alberto Garzón debe respetar lo que decidan los militantes en Asturias. Yo aprendí en esta organización que los dirigentes a veces nos equivocamos pero la militancia muy pocas veces. La militancia de Asturias esta muy formada y es muy intuitiva, quienes mejor despejan las dudas de los dirigentes son los militantes.