«La escuela rural es básica para repensar el modelo educativo»

Enrique Díez Ensayista y profesor titular en la Facultad de Educación de la Universidad de León El autor de ‘Pedagogía antifascista’ aboga por combatir el neoliberalismo desde las aulas y los gobiernos
LUCÍA LÓPEZ PÉREZ para El Comercio
La comprometida trayectoria de Enrique Díez (León, 1962) con las causas sociales es muy singular. Licenciado en Filosofía y diplomado en Trabajo y Educación Social, Díez es autor de numerosas investigaciones y libros, cuyo ‘leitmotiv’ es la educación. Ayer presentó en La Revoltosa, de Gijón, su última obra, ‘Pedagogía Antifascista’, donde propone combatir el fascismo desde la educación.
-¿Por qué es importante la educación pública?
-Es la única que da la posibilidad de generar cohesión social. Si algo tenemos claro es que uno de los factores fundamentales de la segregación que existe en España son los conciertos educativos. España es una anomalía en toda Europa, justo por esto. Los centros privados son elegidos para, de alguna forma, buscar una cierta exclusividad social. Esto se debe a que hay una clase aspiracional que busca que sus hijos o hijas estén con aquellas clases que aspiran a ser. Convivir en una sociedad plural y democrática exige una educación pública que garantice la cohesión y la interrelación, porque, si no, estamos educando a las futuras generaciones en la segregación.
EDUCACIÓN PRIVADA«No tiene sentido convertir la educación en un negocio privado, los niños tienen derecho a relacionarse con personas diversas»
-¿Cree entonces que la educación pública y la privadano pueden convivir?
-Realmente, un proyecto de país que quiere que toda la ciudadanía conviva debe ser público. No tiene sentido convertir la educación en un negocio privado, porque los niños tienen derecho a relacionarse con personas diversas.
-En este sentido, ¿se nos educa para ser sujetos colectivos o individualistas?
-Ahora mismo quien educa no es solo la escuela y la familia, sino los medios de comunicación social como Netflix o TikTok. Este modelo está contribuyendo a generar una pedagogía del egoísmo, es decir, un modelo social muy competitivo que convierte muchas veces a las víctimas en culpables. Nos dicen que tienes que hacerte responsable de tu futuro como si no dependiera del contexto social en el que vives.
-En las zonas rurales existen los CRA. ¿Cree que este modelo tiene futuro?
-Me parece fundamental la educación rural. Ahora que hemos vivido en pandemia nos damos cuenta de lo que significa el mundo rural. La escuela rural tiene unas características que ojalá aprendiera la escuela urbana, que es un modelo profundamente industrial. Sin embargo, la escuela rural con aulas multigrado, hace que niños y niñas se responsabilicen y aprendan el cuidado de los otros. No se trata del número, sino de cómo lo hacemos. La escuela rural aporta un valor tan potente que es uno de los elementos básicos para repensar el modelo educativo.
-Con el aumento del neoliberalismo y los recortes en las aulas ¿Cuál es el futuro de la educación?
-El futuro es ser uno de los ejes fundamentales de cualquier modelo social. Es el legado que dejamos a las futuras generaciones, que espero que lo hagan mejor de lo que lo hemos hecho nosotros con nuestro discurso incoherente.