«Para el Muro estudiamos una plataforma única que permita flexibilidad en el número de carriles»

«Queremos que la reforma quede al margen del debate sobre el tráfico y hay grupos que ven bien abrir días sí y días no»

Aurelio Martín, portavoz de IU Xixón y Concejal de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Gijón/Xixón

El Comercio | Iván Villar El Ayuntamiento quiere empezar a cerrar este mismo mes uno de los debates más enconados del mandato, el de la reforma del Muro, para lo que Aurelio Martín (Gijón, 1960) pide dejar a un lado las diferencias que existen sobre la ordenación que debe tener el tráfico, limitado desde hace casi un año y medio a un único carril en sentido hacia el Piles. El concejal avanza la intención de proponer como punto de consenso una intervención basada en un modelo de plataforma única que en el futuro se pueda adaptar sin complicación alguna a distintas configuraciones viarias.

–¿Qué van a proponer para el Muro a los demás grupos municipales?

–Estudiamos plantear un proyecto de reforma que sea flexible y versátil, que pueda adaptarse a diferentes circunstancias e incluso a diferentes corporaciones municipales. Ahora mismo hay una mayoría política, y creo que también social, que defendemos un solo sentido para el tráfico. Y hemos aportado datos que demuestran que así puede funcionar perfectamente y sin causar mayores problemas a la ciudad. Pero como sabemos que hay partidos y ciudadanos que siguen sin convencerse, intentaremos presentar una alternativa con la que se puedan sentir identificadas el mayor número posible de opiniones. La idea es que la polémica sobre el tráfico no impida avanzar en la reforma del Muro, que es muy importante para Gijón.

–¿Cómo se logra la «flexibilidad y versatilidad» que plantea?

–Con una plataforma única que, una vez construida, permita pasar de un día para otro, sin necesidad de ninguna obra adicional, de uno a dos carriles, y viceversa. Quienes hicieron el plan especial dejaron abiertas varias posibilidades, desde varios viales en los dos sentidos hasta un nivel máximo de peatonalización con un solo vial de servicio, porque eran conscientes de que con el tiempo los hábitos cambian. Esa flexibilidad es la que pretendemos que inspire también esta reforma. En el gobierno tenemos una posición sobre el tráfico del Muro y no renunciamos a ella, pero sabemos que en la ciudad hay otras y esta solución podría acomodarse a todas ellas y a la evolución que pueda tener la ciudad en estos temas.

–¿Permitiría una configuración distinta según la época del año?

–Sí. De hecho, hay partidos, de fuera del ámbito de la izquierda, que en privado me dicen que quizás podría estar peatonalizado los fines de semana y abrir solo los de diario. E incluso hay quien plantea tramos horarios. Y otros que dicen que la postura sobre el tráfico que nosotros defendemos quizás no la ven viable ahora, pero sí dentro de dos o tres años. Casi nadie renuncia a que haya un nivel de peatonalización importante en el Muro. Otro problema es el cómo. El Plan de Movilidad Sostenible que todos apoyaron casi por unanimidad el pasado mandato marcaba entre sus objetivos que todo el centro, no solo el Muro, fuera un área de prioridad no motorizada en la que se eliminaran los tráficos transversales. Y es lo que nosotros hemos hecho.

Gastar dinero dos veces
–¿Encajarían en el modelo de plataforma única medidas como el aumento del espacio peatonal en el lado de los edificios?

–En esa reforma deberían estar la mayor parte de los criterios que fueron de consenso en la comisión del Muro. Esa acera tiene que ser más amplia para dar más vidilla comercial e incluso permitir terrazas cerradas. Y por supuesto en el Muro tiene que haber carril bici, zonas estanciales, zonas que favorezcan la actividad deportiva… Hay anchura suficiente.

–¿Las obras podrían comenzar este año?

–El expediente actual va ligado a una situación de provisionalidad, como es la pandemia. Lo primero sería abrir un nuevo expediente que incluya entre otras cosas la redacción de un proyecto de obra. No sé si se si ese proyecto se haría con personal municipal o mediante una asistencia técnica, pero igualmente llevaría unos meses. El objetivo sería intentar que a finales de año pueda haber obras. Aunque, tanto por la magnitud del proyecto como por funcionalidad, es una actuación que intentaríamos hacer por fases.

–¿Y mientras tanto seguirá todo igual?

–No tendría sentido gastar dinero dos veces, invirtiendo 100.000 o 150.000 en febrero para algo que volvería a estar en obras en diciembre. Lo que urge es empezar la reforma definitiva. Y es lo que hablaremos con los grupos a mediados de este mes.

33.000 coches sin etiqueta
–¿Cuántos coches de Gijón se quedarán sin poder aparcar en la ORA desde abril?

–Sobre la ORA hay unas expectativas que no son ciertas. Se cree que todo el mundo puede aparcar, y en la práctica no es así. En Gijón hay 4.593 plazas de zona azul y más tarjetas de residentes que plazas, con 4.897. Y si tenemos en cuenta que ese escaso número de plazas pueden usarlas 120.000 coches de Gijón, la desproporción es terrible. Sin etiqueta hay 33.000, para esas mismas 4.593 plazas. Al final lo que se genera es una importante intensidad de tráfico buscando un aparcamiento que la mayor parte de las veces no se consigue. Pues si hasta ahora había elemento disuasorio que era económico, ahora también habrá una disuasión medioambiental. Y lo que se consigue es rebajar esas expectativas de aparcamiento.

–El presupuesto municipal prevé ayudas para la compra de coches con etiqueta ambiental. ¿Cómo se darán?

–Todavía está por definir. Articular este tipo de ayudas es complejo y en la concejalía no tenemos experiencia gestionándolas. Tendremos una reunión con Bienestar Social para que nos asesore en algunos criterios para, a partir de ahí, sacar a convocatoria. Pero hablamos de una ayuda que irá ligada al nivel de renta de quienes la pidan.

–La federación vecinal critica la pérdida de rotación en la ORA al suprimir el límite de dos horas por tique…

–Es que no la había. Jamás en Gijón se ha tenido que cambiar el coche de sitio a las dos horas. Lo que hemos hecho digamos que es normalizar una situación que ya se daba de hecho y fastidiar un poco menos a la gente, que ahora estaba obligada a salir a cambiar el tique. Y muchos lo hacían sin más desde la aplicación del móvil. ¿Eso quiere decir que no debe haber zonas en las que existe una rotación real? Sí, y para eso estarán las plazas verdes, más caras y en las que tras dos horas no se podrá renovar aparcamiento. Como mínimo habrá que irse a otra zona.

–¿Dónde irán?

–Tendremos que valorarlo, estudiarlo y también hablarlo con los vecinos.

–Se habla de Cimavilla…

–Sí puede ser un posible candidato, porque es una zona donde la voluntad es que no haya un gran movimiento de circulación ni aparcamientos. Y la medida, al final, no perjudicaría a los vecinos.

Primer parking disuasorio
–¿Ha habido algún avance en los planes para construir aparcamientos disuasorios?

–El conjunto de estos aparcamientos vendrá reflejado en el Plan de Movilidad. Aunque antes de que acabe este año sí pretendemos que comiencen las obras de uno de ellos, que será en altura. Será con financiación europea que nos llegará a través del Principado, con el que tendremos que firmar un convenio para acciones de movilidad que también incluirán un intercambiador en el entorno de El Humedal.

–Una sentencia permite levantar viviendas en la estación de ALSA sin necesidad de esperar a que esté la estación intermodal. ¿Puede ocurrir?

–Creo que no, porque ahora mismo los autobuses de ALSA tienen una buena situación estratégica en esa zona.

–¿Cuándo estarán en marcha los nuevos carriles bus anunciados para Pablo Iglesias y la avenida de Oviedo?

–Están incluidos en las subvenciones europeas que hemos pedido. Creo que este año se podrán iniciar todos y espero que estén acabados antes de que finalice el mandato.

Primer parking disuasorio
–Ayudas europeas han pedido también para renaturalizar el Piles. ¿Ya saben cómo se compatibilizará con el piragüismo?

–No, la empresa aún sigue trabajando en el proyecto. Esto no es hacer un dibujo con árboles y ya. Están tomando diferentes datos ‘in situ’, haciendo mediciones… Y tienen de plazo para presentárnoslo hasta primeros de marzo. Y de hecho coincide casi con la fecha para presentarnos a la convocatoria europea, lo que es muy positivo. Una de las cosas que más se valoran para concederlas es la madurez de las propuestas y con suerte podremos adjuntarles incluso el proyecto de obra.