Un tejo para no olvidar la lección del coronavirus. La corporación municipal al completo participó ayer en el homenaje que Gijón rindió a las víctimas de la pandemia sanitaria. El acto consistió en plantar un tejo, que se llamará “el Tejo de la memoria”, en el parque de Los Pericones, en Ceares, en la parte que queda justo delante de los accesos al cementerio de El Sucu. Además, se descubrió una placa en honor de todas las víctimas y de todos aquellos que lucharon para frenar la expansión de la enfermedad durante el periodo de confinamiento.

Buenos días:

Ojalá ninguno de nosotros estuviéramos hoy aquí. Creo que es un pensamiento compartido. Significaría que nada de lo sucedido habría pasado. Significaría que Luis, María, Lucía o Alfonso seguirían hoy paseando por nuestras calles.

Pero lo cierto es que estamos aquí, que todo sucedió, que Luis, María, Lucía o Alfonso ya no están. Que nuestras calles ya no son las mismas.

Han sido meses duros, siguen siéndolo, en los que miles de personas, cientos en Asturias, han perdido la vida. Hombres y mujeres anónimos, silenciosos, muchos de ellos pertenecientes a una generación que dio lo mejor de sí misma para construir la ciudad, la comunidad, el país en el que hoy vivimos.

Su esfuerzo fue colectivo, como lo fue el de los sanitarios que los cuidaron, y de alguna manera lo es también su partida. Hoy, con la plantación de este tejo, convertimos también su recuerdo en memoria colectiva de Gijón. En memoria de futuro con la esperanza de un mañana mejor.

Sirvan unas palabras de Luis Sepúlveda como despedida sincera para todos ellos: “Vas a volar. Todo el cielo será tuyo”.